Esta es un entrevista realizada a la conferencista del Seminario Internacional
Bullying, lo que la escuela y la familia deben saber para detener el
fenómeno.
Cooperativa Editorial Magisterio: ¿En resumen qué es Bullying?
El Bullying es una forma de violencia que ocurre entre pares
en el ambiente escolar o fuera de él. Ocurre cuando un estudiante o
varios de ellos, intencionalmente, adoptan comportamientos agresivos y
repetitivos contra otro u otros que se encuentran en desventaja de
fuerza o poder, colocandolo bajo tensión o dominación, daños y
sufrimiento sin motivos evidentes. Es un fenómeno extremadamente
relevante que amenaza el desarrollo saludable de la infancia y la
juventud de todo el mundo.
C.E.M.: ¿Qué tipos de Bullying se pueden presentar?
El Bullying puede ser clasificado en forma: verbal, física,
moral, psicológica, sexual, material, social y virtual, todas ellas son
consideradas perjudiciales para las víctimas. Sin embargo, el Bullying Virtual o Ciberbullying,
tal vez sea la forma más perversa debido a la velocidad en la que se
propaga el asedio y por la dificultad de la víctima de identificar quién
lo propicia, respaldando la falsa sensación de anonimato e inpunidad.
C.E.M: ¿Cómo un maestro puede reconocer si un estudiante está siendo víctima de Bullying?
Para saber si un estudiante es víctima de Bullying, es
necesario, primero, observar su comportamiento y desarrollo. Es preciso
ser cauteloso para no señalar o precipitarse a identificar el caso.
Generalmente, la víctima se retrae y se aisla socialmente. Presenta un
aspecto triste, ansioso, deprimido o irritado. Falta frecuentemente al
colegio sin razones convicentes. Pierde la concentración o el entusiasmo
al estudio y puede tener una fuerte caída en el rendimiento escolar,
además de las quejas frecuentes de dolores de cabeza, estomago, fiebre,
diarrea o vomito.
C.E.M.: ¿Cómo un padre de familia puede reconocer si su hijo es víctima de Bullying?
Es a través de la observación, el diálogo y la participación
en la vida de los hijos que los padres pueden identificar si son
víctimas de Bullying. Algunas formas de detectar la victimización son
las siguientes:
- Cuando los niños sufren de la victimización suelen presentar a
menudo dolores de cabeza, estomago, sudor excesivo, vomitos, diarrea y
temor de ir a la escuela.
- Pueden mostrarse insatisfechos, tristes, ansiosos y con miedo; pueden constantemente dar excusas al momento de ir a clases.
- Pueden manisfestar querer cambiar de ruta escolar, clase o colegio.
Pueden presentar dificultad de inclusión en los grupos de estudio o
deportes.
- Cambian de humor y evitan los asuntos escolares.
C.E.M.: ¿Qué consecuencias puede tener un niño o joven víctima de Bullying en la vida adulta?
Todo depende de la gravedad de la exposición al Bullying. Va
de acuerdo a las características de cada individuo que está expuesto al
abuso y sus relaciones con los medios de comunicación, y dependiendo
del apoyo en la familia y la escuela puede o no superar el trauma de la
victimización.
Cuando no puede superar la situación, puede aislarse socialmente como
estrategia para evitar las agresiones o para huir del problema. Pueden
presentar en la vida adulta dificultades para relacionarse, inseguridad,
baja autoestima, nerviosismo, ansiedad, agresividad, apatía, sintomas
depresivos o fobias. Algunas personas tienen a reproducir la
victimización que sufrieron en el lugar de trabajo (asedio moral) o
contra sus hijos o esposa (violencia intrafamiliar)
C.E.M.: ¿Qué recomendaciones se le puede dar a un maestro o padre de familia para tratar el tema con el niño o joven?
Antes de tratar el tema con los niños y jóvenes, recomiendo que tanto
el profesor como los padres deban buscar el conocimiento de la
temática, para evitar exageraciones, precipitaciones o errores en el
momento de hablar. Después de haber sido capaces de abordar la
situación, debe hablarse con el niño o estudiante y naturalmente
explicarle qué es el Bullying y la diferencia entre los juegos
entre amigos, los conflictos y las diversas situaciones del día a día en
el colegio. Orientar, buscar ayuda y no actuar en silencio. Escuchar lo
que los niños tienen que decir es esencial para identificar las
posibles consecuencias. Cuando el caso se haya identificado hay que
aceptar la participación del niño, entender sus sentimientos,alentarlos a
no aceptar ningún tipo de agresión, y siempre buscar ayuda en el hogar y
en la escuela. Y también tranquilizar al niño, hacer planes para
resolver el problema.
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